DESCRIPCIÓN

El lipofilling es una técnica quirúrgica que se utiliza para aportar volumen a una zona del cuerpo utilizando grasa extraída mediante liposucción de la misma paciente. Tras un simple trabajo de limpieza y purificación de la misma puede utilizarse para relleno de surcos y arrugas en rejuvenecimiento facial, aportar volumen en zona malar y mentón, en aumento de pecho, aumento de nalgas, etc.

El uso de los injertos de grasa en cirugía plástica es tan antiguo como la propia existencia de la especialidad, pero no es hasta principios de los 90 que los estudios del Dr. Coleman permitieron sistematizar su utilización y hacerlo de forma reproductible. Desde entonces son muchos los avances que se han realizado y hoy en día es difícil ya hablar de un sólo tipo de injertos de grasa.

El posoperatorio de la persona que se ha sometido a un lipofilling no es traumático, pues es una técnica muy respetuosa con el cuerpo de la persona que se somete a la intervención. En cualquier caso, para que la recuperación sea exitosa debemos seguir las siguientes indicaciones:

• Deberemos llevar una prenda compresiva tras la intervención. El tiempo que deberemos vestirla varia dependiendo de la zona tratada, así como de la envergadura de la misma. Lo habitual es llevarla durante un mes.
• Es necesario mantener los apósitos que nos ponen al salir del quirófano hasta la siguiente cita, que suele realizarse una semana después de la intervención.
• Debemos seguir las instrucciones sobre el tratamiento antibiótico y la medicación que debemos ingerir durante toda la recuperación. De esta manera evitaremos las incomodidades propias del postoperatorio.
• Es excepcional la aparición de infecciones o complicaciones. Además, al emplearse materia prima del propio paciente no existe riesgo de rechazo.
• Asistir juiciosamente a las citas de control.